Por supuesto que para las empresas lo más importante es la rentabilidad, claro que ahora se suma la sustentabilidad para quienes tienen conciencia ambiental y social. En este caso el objetivo es, al menos, iniciar el camino hacia una economía circular. Específicamente en el tema de desechos de aceites e hidrocarburos, en San Juan el camino está iniciado.
A nadie le caben dudas sobre la urgente necesidad de cambiar los modelos de producción y consumo si la idea es aportar un granito de arena para alargar la vida útil del planeta. Claro que en la práctica son pocos aún los que se enfocan para seguir manteniendo en forma a la casa común. En este sentido hace 4 meses fue inaugurada la planta de CAMC Argentina S.A, ubicada en el PITAR (Parque Industrial Tecnológico Ambiental Regional), destinada a recolectar, tratar y reutilizar aceites e hidrocarburos para convertirlos en combustible con lo cual las empresas que generan estos residuos peligrosos, no sólo ahorran sino que realizan un gran aporte al medio ambiente. En el ámbito de la industria constructora, la sucesión Oscar Menin, especializada en obras viales e hidráulicas, se prendió a esta movida y va por más: convertirse en la primera empresa sustentable del rubro en la provincia.
La constructora, ahora dirigida por Verónica Menin, acompañada desde hace cuatro años por su hermana María -segunda generación de la firma-, ha asumido un compromiso para que todo su sistema productivo no sólo sea rentable, sino también «amigable con el entorno».
El primer paso se dio de la mano de los -también segunda generación-, propietarios de CAMC, Federico, Pablo y Leandro Ramos, empresarios locales, que están próximos a abrir otra planta destinada a reciclar caucho y convertirlo en polvo o gránulos para usar en la producción de capa asfáltica.

El paso siguiente fue tomar muestras de los desechos que generaban y, sobre todo, ver si el fuel oil que ellos producían se adaptaba a las necesidades de la planta donde se produce el asfalto. Esto es fundamental ya que necesita muchas calorías y estándares determinados para obtener óptimos resultados en la producción del asfalto.
Fede Ramos, presidente de la compañía, puso manos a la obra para responder al pedido de la familia Menin. Los resultados fueron los esperados y así comenzó el proceso de intercambio entre ambas empresas.
El fuel oil se usa para calentar la planta que prepara el asfalto y es básico para hacer un buen trabajo en las rutas. Además esto redunda en una fuerte disminución de las emisiones de gases tóxicos para el medio ambiente.
Antes de esta nueva gestión, Menin debía pagar para conseguir la disposición final y el traslado de esos residuos peligrosos. En cambio ahora son retirados en forma gratuita para generar su propio combustible.
Además lograron bajar los costos en la compra del combustible en un 20 por ciento respecto de lo que pagaban, un porcentaje que seguirá en baja si la producción de este recurso generado por desechos de aceites aumenta.
La segunda oportunidad
Los Ramos y su equipo de trabajo se han preparado mucho para desarrollar esta planta única en Cuyo que realiza una actividad innovadora, y que si bien está llegando a concentrar muchas empresas que necesitan encontrar destino final a los residuos de aceites, falta una pata importante como es la minería. Según los datos de CAMC, esta industria concentra entre un 30 y un 40 por ciento del total de este tipo de desechos en la provincia, lo que la convierte en un objetivo interesante.
«Tuvimos una charla con el gobernador a los 40 días que empezó la pandemia. Le dijimos el proyecto que teníamos. Tuvimos buena aceptación por su parte, y lo que le pedimos es que regulara la actividad porque no lo estaba por ser algo nuevo. Durante dos años nos dedicamos a construirla, trajimos una planta de china que produce unas 20 mil toneladas de fuel oil. En realidad tiene 3 procesos, uno es el aceite base para calefaccionar, la segunda es la base del aceite para reutilizarlo y la tercera es el fuel oil. Este último tiene 13 mil kilocalorías hora, muy superior a las 9 mil que tiene el gas, con lo cual es mucho más productivo sobre todo porque se usa un residuo que antes se tiraba a las cloacas, al río o a cualquier lugar, o simplemente se quemaba y contaminaba todo», indica Federico Ramos.
Actualmente recolectan el aceite (de camiones, máquinas, entre otros) de cualquier punto de la provincia en forma gratuita. Falta, como se dijo, una pata fundamental: lograr que las mineras también lleven allí estos residuos. «Actualmente participamos de una licitación para intentar que todos esos desechos de Veladero vengan a esta planta. En este momento ese aceite se va de la provincia para quemar en hornos cementeros, sin tratamiento, sin nada, con lo cual es una energía que se pierde», agrega el empresario.
San Juan tiene un ingreso estimado de aceites entre 500 y 600 mil litros mensuales, de ese total entre un 30 al 40 por ciento lo generan las empresas mineras, según datos de CAMC Argentina.
A la fecha retiran los aceites que ya no «sirven» de las firmas Toyota, Scania, empresas de colectivo, lubricentros que no tenían una disposición final, entre otros. Además han generado un certificado que les acredita que cumplen con esta reglamentación ambiental que les sirve para estar encuadradas en la normativa vigente y, por supuesto, colaborar con el medio ambiente.
Los hermanos Ramos saben que esto recién empieza y que hay muchas cosas por cambiar. Sin ir más lejos el 90 por ciento de las caleras de la provincia usan «un combustible que es complejo de obtener y hoy en el mundo ese tipo de industrias usan fuel oil con características apropiadas para esa actividad», indica Ramos.
El combustible que generan allí tiene multiplicidad de usos, desde el nivel industrial hasta institucional. De hecho han firmado un convenio con la Municipalidad de Iglesia para donar el combustible destinado a calefaccionar todos los establecimientos escolares de ese departamento.
Un paso más para orientar el sistema de producción hacia una economía circular, porque el planeta lo pide a gritos, más allá de los negocios que se puedan generar.
¿Qué es la economía circular?
La economía circular es un nuevo modelo de producción y consumo que garantiza un crecimiento sostenible en el tiempo. Con la economía circular se promueve la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos, reciclándolos o dándoles una nueva vida para convertirlos en nuevos productos.
El objetivo de la economía circular es aprovechar al máximo los recursos materiales de los que se disponen alargando el ciclo de vida de los productos. La idea surge de imitar a la naturaleza, donde todo tiene valor y todo se aprovecha, donde los residuos se convierten en un nuevo recurso.
CAMC Argentina
Esta empresa nació en el 2017 con la idea de ser una comercializadora de maquinaria vial, maquinaria industrial, agrícola, entre otras. Claro que es ahí donde advierten que este tipo de maquinaria generaba mucho residuo peligroso por lo que incursionaron en el área de reciclado de aceites minerales usados. Iniciaron una investigación y luego presentaron un proyecto en la Secretaría de Ambiente de San Juan. Obtuvieron un lote de una hectárea en el Parque Industrial Tecnológico Ambiental Regional (PITAR) en el departamento Rivadavia, construido por el gobierno de la provincia.
Al día de hoy, es la única planta en Cuyo de tratamiento y reutilización de hidrocarburos usados.
Este establecimiento cuenta con las habilitaciones provinciales como transportistas y operadores de residuos peligrosos, corrientes Y8 e Y9. Del mismo modo tienen habilitación de la Secretaría de Energía de Nación.
El objetivo es liberar el hidrocarburo de todos los contaminantes que posee y de esa forma, poder generar obtener diferentes combustibles estandarizados bajo normas nacionales e internacionales para ser reutilizados en otras fuentes que requieran energía u obtención de base para la fabricación de nuevos lubricantes.
300 millones
Son los litros de aceite lubricante que se venden en Argentina por año para automotor e industrial.
80 por ciento
De los aceites lubricantes para automotor e industrial se convierten en residuos peligrosos.
1 litro
de aceite lubricante en desuso contamina 1 millón de litros de agua; 4.000 m2 de tierra y 200 m3 de aire.
5 millones
Es la cantidad aproximada de litros de aceites usados que produce San Juan por año.
120 mil
Son los litros de aceites en desuso que recolecta la planta recicladora.
Fuente: diariodecuyo.com.ar