La sustentabilidad energética está en la agenda del sector de las telecomunicaciones regional, porque el asunto apremia; tanto como la necesidad del sector energético de experimentar una transformación digital integral de modo tal que, por ejemplo, se consiga una mayor eficiencia operativa. Pero no sólo eso, también hay un proceso por el que muchas empresas de servicios públicos comienzan a ingresar al negocio de las telecomunicaciones.

Los desafíos sectoriales van desde la necesidad de tener organizaciones sostenibles en un ambiente regulado hasta la optimización de los servicios, con tarifas asequibles; pero que también pasan por responder a la demanda de todos los clientes, de poder tener una empresa eléctrica mucho más conectada, mucho más digital, con mayores canales digitales de atención y con procesos más eficientes.

En Latinoamérica, el sector de energía eléctrica está enfrentando este tipo de desafíos. Por ejemplo en nuestro país, donde la prioridad sectorial pasa por la mismísima renovación de la red eléctrica, y cuando las empresas tienen que enfrentar este tipo de proyectos, se plantean la digitalización de la red para tener mucha más información acerca del servicio, de los flujos de carga (para poder optimizar precisamente ese consumo eléctrico), para mejorar el trabajo conjunto con las empresas generadoras y para poder perfilar alguna disminución en los costos de generación de energía.

Pero hay más, en Colombia las empresas están buscando que los consumidores sean prosumidores y formen parte activa de la cadena de valor; y en Chile se trabaja para que el parque de medidores sea inteligente y permitan montar mecanismos diferentes de alimentación, con paneles solares u otras tecnologías, explicó el especialista en un escenario donde la optimización de las operaciones, la búsqueda de la eficiencia y la necesidad de innovar en la experiencia del usuario, también inciden.

Pero, ¿Qué hay de los operadores de telecomunicaciones en este escenario? ¿y de la posibilidad de recurrir a los tendidos eléctricos para cursar datos?

Las empresas de telecomunicaciones ya venían trabajando en procesos de digitalización. Digamos que más fuerte y más intensamente que el que las empresas de otros servicios públicos domiciliarios, en parte porque están en un mercado mucho más competitivo -que otros sectores de servicios. Hace años que las telcos empezaron a enfrentarse al problema de no querer ser consideradas sólo un tubo por el cual se pasaba contenido, sin poder monetizarlo; y muchos operadores  empezaron a trabajar para ver cómo ampliar su portafolio más allá de la simple conectividad o servicios de voz y datos.

Esto va a seguir. Hay una tendencia signada por la necesidad de diferenciar las operaciones, los cambios económicos introducidos a partir de la recesión en Estados Unidos y su consecuencia en cómo el dólar impacta en las diferentes economías regionales, entre otros.

Es probable que veamos a las compañías de telecomunicaciones concentradas en contar con nuevos productos que combinen tecnologías como, por ejemplo, de seguridad o de monitoreo, apalancadas en sus redes de datos de Internet, a fin de ofrecer más servicios a sus clientes.

En cuanto al uso de las redes eléctricas como redes de datos, es algo que ha venido desde hace tiempo y, aunque se hicieron investigaciones y pilotos, todavía hay temas por resolver. Inclusive, lo que puede estar pasando es que algunas compañías se están dando cuenta que, más que utilizar la red eléctrica para transmitir datos, por ejemplo, pueden usar esa base de clientes y de infraestructura para prestar mejores servicios. Y a eso ya lo estamos viendo en Estados Unidos, con la la iniciativa que, apalancada por el gobierno local con financiamiento para que las empresas de servicios también empiecen a prestar servicios de telecomunicaciones en sus comunidades, con una red de telecomunicaciones y no con una con la red eléctrica usada para Telco.

En América central también hay casos. Uno de ellos es Copelesca, es posible que este tipo de negocios vaya emergiendo (pues aprovechan) todas estas otras ventajas competitivas que tienen por estar establecidas en la zona y conocer a los clientes, les permita apalancar a las empresas de servicios públicos el entrar al sector de las telecomunicaciones.

Lo cierto, es que la optimización del servicio eléctrico es parte de una agenda más grande y que, inmerso en el sector de las telecomunicaciones, integra el universo de las ciudades inteligentes que, en buena medida, se empiezan a pensar y proyectar a partir de los despliegues de 5G.

 En Estados Unidos, una consultora relevó más de 100 ciudades y descubrió que en todas había iniciativas de ciudades inteligentes: primero alcanzando al sector de transporte y la movilidad; seguido por el de los recursos de la ciudad (electricidad y agua potable, por ejemplo); y en tercer lugar, el de los servicios típicos, como puede ser el mantenimiento de parques.

¿Cuál es la realidad en la región?  Todavía estamos en el estadio de terminar de entender para, recién después, poder determinar planes y políticas públicas que involucren no solamente al sector gobierno, sino también al sector privado, a las universidades y al sector académico; porque la transformación que hay que hacer allí es muy grande. Pero hay muchas iniciativas, en diferentes países, que van apalancando de a poco esa transformación.

En Colombia, por ejemplo, hay directrices del gobierno para que, de acá al 2030, alrededor del 90 por ciento de los medidores urbanos sean inteligentes e indica que las ciudades van a necesitar redes inteligentes para la prestación del servicio eléctrico. Y, alrededor, empiezan a aparecer otras iniciativas acerca de cómo compartir los datos, a través de big data y de inteligencia artificial, para entender los perfiles, las curvas de consumo y de lograr hacer esa optimización del servicio que se refleje en el cliente final.

Fuente: telesemana.com

Por jfish

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