La misma agrupación de inquilinos que impulsó la Ley de Alquileres 27.551 actualmente vigente, acaba de presentar un proyecto de ley denominado “Régimen de Alquiler Protegido” que tiene por finalidad poner obligatoriamente bajo la órbita del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires (IVC) a las propiedades vacías por más de 90 días para que este Instituto se encargue de alquilarlas.
El IVC fijará obligatoriamente el alquiler en el 1% mensual de la valuación fiscal homogénea (VFH) del inmueble.
En números concretos, un departamento con un valor de plaza de US$150.000 y una valuación fiscal que oscila entre uno y dos millones de pesos -dependiendo del barrio en el que esté ubicado- se alquilaría por entre $10.000 y $20.000 al mes.
Por otra parte, el proyecto establece un registro obligatorio para los propietarios que tendrán que avisar al IVC si la vivienda permanecerá deshabitada por alguna causa justificada. Mientras que quienes no lo hagan deberán pagar una multa del 5% del valor fiscal del inmueble por mes -siguiendo el ejemplo anterior, entre $50.000 y $100.000- y si el mismo posee más de cinco viviendas vacías, la multa será del 10% del valor fiscal mensual por cada una.
Por otra parte, el proyecto establece un registro obligatorio para los propietarios que tendrán que avisar al IVC si la vivienda permanecerá deshabitada por alguna causa justificada. Mientras que quienes no lo hagan deberán pagar una multa del 5% del valor fiscal del inmueble por mes -siguiendo el ejemplo anterior, entre $50.000 y $100.000- y si el mismo posee más de cinco viviendas vacías, la multa será del 10% del valor fiscal mensual por cada una.
Según los datos que maneja la organización, el país registra niveles de viviendas vacías que rondan el 18 por ciento de las propiedades, y que en número supera la cantidad de hogares porteños con necesidades habitacionales.
Esto, para el representante de Inquilinos Agrupados y presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, Gervasio Muñoz, tiene una explicación. “Se construye para dejar vacío”
La utilización de la propiedad como un instrumento de ahorro provoca un comportamiento disfuncional del mercado de viviendas en cuanto a solución del problema habitacional de los porteños, aseguran.
Incorpora una demanda adicional de viviendas por parte de sectores de elevados ingresos, que las adquieren como un instrumento de ahorro, pero que las retiran del mercado en cuanto oferta de vivienda para habitar.
Para Muñoz esto tiene dos consecuencias inmediatas: “Eso presiona sobre los precios de los alquileres y las condiciones que se le ponen a los inquilinos”.
Además, pretende que las viviendas queden con herencia vacante, en lugar de rematarse en el mercado, ingresen al sistema de alquiler público.

Fuentes:

Diario La Nación

Diario Página 12

 

Por jfish

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