Pocas profesiones han demostrado un mayor compromiso con nuestro futuro colectivo como el que implica un proyecto de arquitectura. La historia está llena de proyectos de construcción que han hecho avanzar a la sociedad: Santa Sofía, el Panteón y el Empire State Building, por ejemplo. Tal vez por eso, desde su creación en 2011, el Ellinikon de Atenas (Grecia) no ha dejado de llamar la atención, aparentemente desafiando el colapso económico y los problemas geopolíticos del país en 2009.

aerial view of building

Sobre el papel, el Ellinikon, de 620 hectáreas, promete ser el mayor proyecto de regeneración urbana de Europa. La primera de tres fases está proyectada para terminarse en 2025, y consta de un nuevo parque público (llamado Ellinikon Park) del tamaño de Mónaco que se convertirá en un nuevo distrito comercial, una comunidad residencial y una atracción costera. Y todo ello se hará con la implementación de la infraestructura inteligente más avanzada disponible para un futuro sostenible. Si esto parece una tarea de enormes proporciones, es porque lo es. Por eso los promotores pusieron sobre la mesa a las mentes maestras Kengo Kuma, Fosters + Partners, Aedas y Sasaki, cuya experiencia colectiva irradia en todo este proyecto de arquitectura.

Aeropuerto y un avión La Terminal Este fue diseñada entre 1960 y 1969 por el arquitecto finlandés Eero Saarinen. Se caracteriza por un espacio interior fluido y abierto, típico del estilo de Saarinen. Cortesía de la Biblioteca de la Sociedad Geográfica Americana, Bibliotecas de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee.

Gran parte del proyecto se está construyendo en el enorme terreno donde fue el antiguo aeropuerto internacional de Atenas. Inaugurado en 1938, el aeropuerto internacional de Ellinikon fue en muchos sentidos la encarnación de la Europa del siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes e italianos ocuparon Grecia convirtiéndolo en un lugar para albergar a la Luftwaffe de la Alemania nazi. Más tarde, a mediados de los 50, Grecia disfrutó de su periodo dorado de viajes modernos recibiendo visitantes de todos los rincones para que conocieran por primera vez las relucientes playas y los históricos yacimientos arqueológicos del país. Pronto llegó el nuevo edificio de la Terminal Este, diseñado por el renombrado arquitecto finlandés Eero Saarinen.

A finales del siglo XX, las grietas de la economía griega empezaron a manifestarse, y en 2001 el aeropuerto cerró oficialmente. Esto hizo que el espacio se convirtiera en estadios y otras instalaciones para los Juegos Olímpicos de 2004 en Atenas. Luego, la crisis financiera mundial de 2007 puso de manifiesto los graves problemas económicos del país. Los habitantes anhelaban días más brillantes y una razón para ser optimistas.

Si la arquitectura tiene un credo definitorio, es que construimos porque al final creemos en lo que está por venir. «Nuestro equipo cree realmente que este momento es similar al de Nueva York antes de Central Park, o al de Londres antes de Hyde Park», dice Odisseas Athanasiou, director general de LAMDA Development, la empresa que supervisa el enorme proyecto de renovación urbana. Ellinikon es uno de esos proyectos claramente singulares que reconstruirán por completo la faz de una ciudad.

El equipo de Athanasiou busca rehacer la ciudad. Desde la fundación de Atenas en el siglo V a.C., la ciudad ha mantenido un estricto código según el cual ningún edificio podía sobrepasar la altura de la Acrópolis, de 155 metros, por lo que Atenas se ha convertido en una ciudad en expansión llena de hormigón y con pocos espacios verdes públicos. Ellinikon, situado a unos 11 kilómetros de distancia, queda fuera de esa jurisdicción, lo que permite erigir la torre más alta de Grecia.

Edificio cerca del agua

Cuando el aeropuerto cerró, todo el mundo estaba pendiente para ver qué sería de él. El equipo de Nassopoulos-Erickson fue contundente en cuanto al ancla definitoria del diseño: la Torre Riviera, de 200 metros de altura. La torre residencial, que será el edificio más alto de Grecia, tendrá una llamativa fachada verde: Todo en la arquitectura es una respuesta a la cultura del lugar. La Torre Riviera no es diferente, y por eso hemos decidido que las torres imiten el extenso espacio público verde del nuevo parque.

Ubicada a lo largo de la línea de costa y ofreciendo a los inquilinos vistas ininterrumpidas del mar, la esbelta estructura está preparada para conseguir la calificación LEED Oro, ya que ahorrará un 35% más de energía que un edificio convencional de tamaño similar. «Con la Torre Riviera, hay un diálogo constante entre el mundo interior y el exterior», dice Nassopoulos-Erickson, «piensa en los balcones privados de cada planta que unen al edificio con el entorno y ayudan a refrescar los espacios interiores». Los proyectos de arquitectura biofílica existen desde hace siglos por esta misma razón.

aerial view of a mall El paisaje no sólo incluirá sistemas de iluminación inteligentes que funcionen según la hora del día y la estación del año, sino que el plan de los promotores también permite que los sensores controlen la subida del nivel del agua para abrir canales específicos y evitar así las inundaciones. Cortesía de Lamda Development.

Cuando esté terminado, el Ellinikon no sólo contará con nuevas unidades residenciales (incluyendo planes para más viviendas asequibles), sino también con una universidad, un hospital y una escuela para niños discapacitados, entre otras cosas. «Realmente creemos que será una ciudad dentro de una ciudad«, dice Athanasiou quien, como autor de un libro sobre la historia del éxito de las naciones pequeñas, sabe un par de cosas sobre el tema. «Por supuesto, se trata de un terreno enorme. Pero nuestros socios lo han diseñado de forma que sea posible llegar a cualquier punto de Ellinikon en 15 minutos o menos».

view from inside a unit

Para ser una verdadera ciudad dentro de una ciudad, el Ellinikon necesitaba un aspecto comercial. El equipo contrató al arquitecto Kengo Kuma para que diseñara uno de los dos principales espacios comerciales del proyecto. Kuma, originario de Japón, es un maestro a la hora de diseñar espacios cerca del agua. Es una intuición que forma parte de su fascinación por la arquitectura desde la infancia: «Cuando era un niño, mi padre me llevó a ver el Gimnasio Nacional Yoyogi de [Kenzo] Tange, que se construyó para los Juegos Olímpicos de 1964 en Tokio», recuerda Kuma, “La forma en que la luz se reflejaba en el techo de la alberca era asombrosa”. El diseño de Kuma para la serie de espacios comerciales a lo largo de la costa presenta una línea de techo ondulada que refleja la abundante luz del sol al tiempo que sigue las curvas de un mar en calma.

El éxito final significaría que el Ellinikon hace a Atenas lo que Marina Bay hizo a Singapur, o el Guggenheim a Bilbao. Se estima que el proyecto creará 75 mil trabajos más y que el nuevo espacio recibirá entre 1 y 1.5 millones de turistas más (las cifras de turismo de Grecia en 2022 van camino de superar las de 2019, que fueron récord en su momento).

Como cualquier ciudad del mundo, el Ellinikon tendrá edificios que destaquen por su brillantez mientras que otros serán más modestos. Pero toda sinfonía necesita una melodía entre las notas. Es esta relación la que compone la creencia de que nuestros mejores lugares aún son posibles, y nuestros mejores tiempos aún están por llegar.

Fuente: admagazine

Por jfish

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