Otra novedad reciente que puso en pie de guerra a los corredores inmobiliarios de Buenos Aires fue la compra de ZonaProp, la principal web del país de promoción inmobiliaria, por la brasileña QuintoAndar que funciona como una suerte de inmobiliaria virtual. Es decir, que apuesta a cerrar contratos sin la participación efectiva de un agente en cuestión. En este contexto y aunque el movimiento es reciente, la tecnología provoca una reconfiguración para la que el mercado se prepara al mismo tiempo que pretende dar pelea.
La tecnología ya llegó
En la actualidad una de las maneras de entender el negocio es funcionar como lo hacía el clasificado del domingo, pero con el valor agregado de la tecnología.
Es decir, convertirse en una herramienta para ayudar a los profesionales inmobiliarios a desarrollar mejor su trabajo al tiempo que utilizar herramientas de macrodatos e inteligencia artificial para colaborar con los usuarios en su experiencia y mostrarles las propiedades más relevantes en función de su búsqueda.

La otra forma que se observa en el mundo y también en Argentina tiene que ver con la llegada de grandes fondos de inversión que tratan de captar propiedades con la ayuda de la tecnología, publicarlas al tiempo que unir al comprador y al vendedor de la mano de esa misma herramienta. Es a lo que tenderían los nuevos dueños de ZonaProp y que ha generado preocupación en los referentes del sector porteño.
Distorsiones
Para los representantes del sector inmobiliario de Mendoza ya no hay retorno con el uso de la tecnología y desde el Colegio también tienen su propia web (MendozaProp). Coinciden en que la misma ha sido clave para el sector pero advierten que también ha traído complicaciones en lo que a precios respecta. Tanto ha cambiado hoy el negocio que hay algunas páginas que ofrecen una tasación de la propiedad de manera virtual.
Esto y la accesibilidad de publicación por parte de particulares, incide en cierta distorsión de valores que, por lo general, van al alza. A veces los propietarios creen que su casa cuesta más de lo que vale y la publican a precios que, finalmente, no se venden por estar caros.
Muchas veces, son las mismas inmobiliarias las que aceptan los “caprichos” de los dueños y publican a valores que distorsionan los precios de compra o venta con los impacto concreto en las transacciones.
Perspectivas
La reconfiguración del mercado es un hecho y resta saber la celeridad con que se instalarán las llamadas inmobiliarias virtuales que, por ahora, están reñidas con la ley.
Los avances tecnológicos llegaron para quedarse. En especial para las nuevas generaciones que son más propensas a realizar inversiones de propiedades con tecnología bockchain (códigos únicos que también se utilizan de la mano de las criptomonedas). Se trata de un cambio cultural y generacional por ahora específico.
La mayoría de los consumidores necesitan aún de la relación uno a uno para asesorarse y hasta para responsabilizar a alguien de posibles problemas. También conocer el lugar e ir varias veces antes de comprar. Debido a que casi todos los argentinos compran una casa solo una o dos veces en su vida, todavía pesa la confianza y hasta la confidencialidad sobre transacciones de mucho dinero para un particular.
Fuente: mdzol.com