Amplias, luminosas, equipadas y sostenibles. Las grandes comodidades que ofrece Samara: la otra cara de Airbnb
“Todo lo que necesitas y nada más”. Bajo este lema se presenta el pequeño gran proyecto del cofundador de Airbnb, Joe Gebbia, que se suma a otras iniciativas ya existentes en el nuevo mini mercado emergente. Desde California se hace realidad la minicasa rápida y práctica. ¿Quién no necesita una habitación extra en su hogar? Un despacho, un gimnasio, una habitación de invitados o un negocio de alquiler. Estas son algunas de las posibilidades que ofrece la última propuesta del proyecto Backyard, de la empresa Samara, que busca liderar el negocio de las minicasas de diseño de fácil instalación en los jardines traseros de los clientes estadounidenses.
Con el respaldo de Airbnb y con el exdirector de Flex, Mike Namara, como cofundador, nace Samara. La startup tendría su origen en 2016 como estudio de diseño interno de la empresa de alquiler vacacional con mayor éxito del mundo y sede en Silicon Valley. En el proyecto Backyard, los clientes pueden realizar la compra on-line desde la plataforma de Samara y añadirlo al carrito como si de cualquier otro producto se tratara. ¿La diferencia? Escoger entre dos tipos de minicasa: un estudio de 40 m2 con baño completo desde $289 000 o de 50 m2 con habitación independiente a partir de $329 000.
Desde la web se seleccionan los materiales, revestimientos y acabados de la cocina, el baño, las puertas y los armarios. El mayor de los conflictos para el cliente quizá sea decidir entre los cinco posibles colores de su nueva casa sostenible que emplea energía solar y cuenta con con sistema de filtrado y purificación de aire. Backyard se describe como una minicasa construida con materiales duraderos y de vanguardia con un diseño que ha pensado en todos y cada uno de los centímetros que la componen. Cocinas preparadas para los chefs de la casa que nada tienen que envidiar a las de pisos amplios en centros de ciudades, baños totalmente equipados y estancias luminosas con acceso directo desde el jardín.
Por su puesto, y para comodidad del cliente, la transacción incluye gastos de instalación, la preparación del terreno, el permiso de construcción y el montaje. No es de extrañar que otros estados hayan emulado el ejemplo californiano y puesto en marcha ordenanzas para facilitar la construcción de estas minicasas que, por su versatilidad y precio, se convierten en un producto más que deseable. Lamentablemente, tan solo son una realidad en California, aunque Gebbia ya ha anunciado que no tardará en expandirse por otros estados de Norteamérica y ¿por qué no? en menos de lo que esperamos, por nuestro país.
Fuente: revistaad.es